Adriana nació un 5 de Enero de 1969 bajo el signo de capricornio.
Su madre es psicologa y su padre fue médico. Desde chica a Adriana jugaba a disfrazarse y a crear historias donde ella siempre
era la heroína...
Adriana es hija de una madre viuda y tiene tres hermanos con los cual...se pelea mucho..." Soy hija de una viuda, y tengo
tres hermanos. La peleamos mucho."
Estudió en el conservatorio de Arte Dramático y con profesores de la talla de Lorenzo Quinteros, Eric Morris, Raúl Serrano
y Augusto Fernández.
Debutó en la pantalla grande con el filme “La Noche de los Lápices” (1986), uno de los más recordados de
la escena nacional. Para esa película, la actriz obtuvo el papel luego de un casting abierto realizado en todo el país, en
el que se presentaron 1.500 personas, de las que sólo quedaron los 10 protagonistas..
Adriana, ¿Cómo descubriste que tu vocación era ser actriz?
- Supongo que todo te lleva a eso cuando
terminas el colegio secundario y viene el famoso test vocacional. Allí aparece el deseo más profundo de la vocación, o al
menos a mi se me presentó así.
En realidad, cuando era chica me gustaba mucho actuar y jugar con todo lo que tiene que
ver con lo dramático, pero no me lo dejaban hacer, así que cuando terminé el secundario dije ¿Por qué no? Era mi deuda pendiente,
entonces me presenté al Conservatorio y entré. Recuerdo que ahí dije, si entro es porque esto es para mí, y lo conseguí, a
si que aquí estoy. Seguramente otra hubiera sido mi suerte si no hubiera entrado.
De las películas, los programas de televisión y las obras de teatro en las que trabajastes, ¿Cuáles son las que
más recordás?
- Trabajé en “La Noche de los Lápices”; “Alma Mía”; en una coproducción
con Estados Unidos que acá no se estrenó que se llamaba “Two to Tango”; en “Chile 672”, que se está
por estrenar este año o el que viene; y estoy filmando actualmente una película con Lito Cruz que se llamará “La Mitad
Negada”, que dirige Augusto Fernández. A esta película la estamos filmando hace 4 años, porque los fondos son muy escasos.
En televisión hice “Socorro Quinto Año”; “El Precio del Poder” con Rodolfo Bebán; “Una voz
en el teléfono”, de Alberto Migré; “Alta Comedia”, “Tumberos” y “Rincón de Luz”.
En teatro actué en “Sonatas de Espectros”; “La Cena de los Tontos”, con Guillermo Francella y
Adrián Suar; “Comer entre Comidas”, con Lydia Lamaison y el año pasado, “Hotel Berlín”, una obra ambientada
en 1930 que es del género “living movie”, en la que la gente sigue a los actores a través de un hotel de verdad.
Eran 1500 metros hechos a la época donde yo interpretaba a una doble espía nazi. La verdad es que fue una puesta en escena
muy linda.
¿En qué medio te sentís más cómoda, en el teatro, en el cine o en la televisión?
- Yo
la verdad es que disfruto todo.
¿Cuál es el proceso que seguís para componer un personaje?
- Siempre trato de ver que tengo yo de
ese personaje, porque a partir de allí lo puedo empezar a entender. Generalmente uno comprende a la gente cuando, mal o bien,
se ve en el espejo. A partir de eso empiezo a comprender ese mundo.
Después, para mi es muy importante el tema de la ropa,
porque te da siempre un movimiento, una manera de comportarte y de funcionar socialmente.
Biografía armada sobre fragmentos y dichos de Adriana Salonia en diarios y revistas de la República Argentina